...a manos de su pareja...
Por primera vez, sin buscarlo, y sin pretenderlo me hallé, ante la gran lacra: la violencia de género. Insólito hecho:
Un varón tendido sobre la tierra de un amplio aparcamiento situado en la margen de una carretera local o comarcal de la Comunidad de Madrid. A un lado los inevitables expectadores. Alrededor de él una pareja de la Guardia Civil y a prudente distancia; una mujer, ¿su pareja? con el móvil pegado a su oreja. En alta voz informa a su interlocutor de lo acontecido: "Hijo, lleva una una semana sin aparecer por casa, bebiendo sin parar, gastando dinero que no tiene, pidiendo prestado a todo el mundo. Lo subí en el coche, me sacó un cuchillo y quiso matarme. Le dí con una piedra en la cabeza y aquí está tendido en el suelo. No creo haberle matado; el sí quería matarme; si se muere no me importa, no hijo, no, no me importa; de la cárcel se sale, del cementerio, no!"
Uno de los guardias civiles, solicita una ambulancia e informa a la superioridad que sobre el varón en cuestión, pesa una orden de alejamiento sobre su pareja y juzgar por su posterior actuación deduje dos cosas: La mujer que hablaba por teléfono era su pareja y una vez, recibida la atención medica recuperado, recibida el alta medica seria puesto a disposición del juez: Éste es un hecho real que aconteció sobre las 13.30 horas del sábado 12 de Abril de 2008. Tenía en mi bolsillo mi cámara de fotos y no la use, me fui de allí anonado no comprendí nada, pero, el a manos de su pareja, en está ocasión tiene para mi otro valor y saque una conclusión: el cobarde que pega a una mujer se encoje en cuanto le hacen frente.
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